martes, 15 de abril de 2008

'La paz perpetua' ROSANA TORRES (elpais.com)

'La paz perpetua'

Gómez y Mayorga llevan a escena las trampas del antiterrorismo

Cuando el teatro deja de cumplir su máximo objetivo, ser espejo de la sociedad, deja de ser teatro y se convierte en algo rarito. De ahí que, en los últimos tiempos, los dramaturgos se empiecen a adentrar en un asunto que se ha convertido en una gran preocupación compartida planetariamente: el terrorismo. Gerardo Vera quería que el Centro Dramático Nacional que dirige abordara el asunto de frente y pidió a Juan Mayorga (Premio Nacional de Teatro 2007 y autor en el que el teatro español tiene depositadas grandes esperanzas) que escribiera sobre tan incómodo tema. Así nació La paz perpetua, cuyo título es heredero de Kant y cuya puesta en escena se le brindó a uno de los grandes del teatro español, José Luis Gómez. El director confiesa que tiene entre manos el texto más importante que ha escrito Mayorga, que además de dramaturgo es matemático y filósofo. "Es una mezcla magnífica, utiliza la filosofía como gran semillero de donde extraer y extraer, así ha enriquecido mucho este texto, en el que también está presente el humor y el concepto de Dios", afirma el director.


El montaje se estrenará el 24 de abril en el teatro María Guerrero de Madrid, donde permanecerá hasta el 8 de junio, cuando iniciará una gira nacional. Para abordarlo, el director, que también firma la escenografía, se ha valido de cinco actores de confianza y especialmente entrenados (Israel Elejalde, Fernando Sansegundo, Susi Sánchez, José Luis Alcobendas y Julio Cortázar), así como del figurinista Alejandro Andújar y el videoartista Álvaro Luna, entre otros. Todos cuentan esta historia de perros que compiten para poder ingresar en un cuerpo antiterrorista de élite y que, inevitablemente, recuerdan a los famosos black waters (mercenarios pertenecientes a empresas de seguridad privadas que están en Irak).

"Utilizar los perros es una parábola maravillosa", señala Gómez, quien trabajó durante largo tiempo para encontrar el lenguaje corporal a utilizar. "Hubiera sido un error imitar a perros, mi idea central ha sido tratar a esos personajes como canes bípedos convertidos en gente corriente con sus necesidades". Tanto Mayorga como Gómez han utilizado antes el mundo animal para profundizar en la naturaleza humana.

En esta ocasión es un símbolo con el que hablar del terrorismo: "Y a partir de ahí, de la vida humana, de nuestro futuro". Gómez también recuerda que hacen teatro y, por tanto, se trata de un juego simbólico con el que el espectador se lo pueda pasar bien, al tiempo que se pregunte quién es el terrorista. Tampoco ignora que estrena en una ciudad azotada por el terrorismo: "Nosotros hemos tenido el 11-M no en la cabeza sino en el corazón". En su montaje no hay escenas violentas: "Hay otra violencia mucho mayor, que es la violencia del sistema, sin sangre", comenta.

Para el director, lo más grande de Mayorga es que, a partir de esa metáfora central, habla de la conculcación de derechos por motivos de seguridad, del precio de la seguridad: "Y expande la obra hacia otros asuntos fundamentales como el amor, la lealtad, el resentimiento, el rencor, el servilismo ante el poder, la falta de oportunidades..., todo entra ahí". Tanto Mayorga como Gómez han hurgado hasta la saciedad en el mundo interior de los personajes. Ver ensayar al director es como asistir a la cuidada elaboración de un lienzo por parte de un pintor renacentista, perfeccionista hasta el manierismo. Los actores abordan una escena. Magistralmente para todos. Menos para Gómez, que se acerca, les habla de otra posible intencionalidad en el tono de la voz, en el gesto. Repiten lo mismo y, de repente, aparece algo que estaba escondido bajo las mismas palabras. Un texto en sus manos se convierte en una cebolla a la que saca capas y capas.

El director, que sólo monta aquellos textos que le conmueven, sigue al frente del prestigioso teatro de la Abadía al tiempo que confiesa sentirse ilusionado "como si fuera una actriz moderna" al ser requerida por Pedro Almodóvar para su próxima película. Después vendrá su puesta en escena de Simon Boccanegra, de Verdi, en el Liceo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

hola nacho, sólo quería decirte que es buena crítica-comentario a esta obra que estoy deseando ver. de j.l.gómez vi el montaje de defensa de dama, y de mayorga la adaptación de fedra que hizo el año pasado (ambas con la presencia estimulante de una diosa para mi, ana belén). a ver qué tal. De paso te comento que me mola tu blog...y que me pareces un tío morboso (jejej, no es coña). Un saludo desde madrid! Por cierto, te paso my own blog sobre cine, por si quieres perder el tiempo....www.ninnystar@blogspot.com

Nacho Hevia dijo...

Hola, ninnystar: muchas gracias por tus comentarios; gusta saber que se fijan en ti, jejeje... y también me alegro porque te haya gustado mi espacio.
He ido a visitar el tuyo (gracias por invitarme) y la primero que he visto es MIL AÑOS DE ORACIÓN y he pensado, mira que bien, si habla sobre esta película seguro que este tio merece la pena.
Besos y encantado

Anónimo dijo...

Pues sí, me ha parecido una pequeña maravilla, de las pelis que se van respirando poco a poco, con serenidad, ufff, preciosa. Si te gustó SMOKE te molará esta. Otr obes para ti.

Anónimo dijo...

Nacho, queria comentarte que ayer estuve fui al teatro, la obra YEPETO, no sé si has escuchado sobre ella, es de Roberto Cossa y la interpretan Emilio Linder y Álex Barahona -un chico joven que salía en Los Serrano-. Me moló, muy sencilla en la puesta en escena (la sala pequeña del Nuevo Alcalá es como un salón de casa, era como en familia)y el texto, con la dosis metafórica justa y bastante emocionante por momentos. Gairaba en torno a la oposición (o complementariedad mejor dicho) entre belleza física y seducción intelectual...algo así. Un maduro profesor se enzarza dialécticamente con un joven (físicamente perfecto, la encarnación de la belleza griega) con una chica como motivo central de las conversaciones...No te cuento más. Sólo quería darte mi opinión. Linder muy bien, aporta todos los matices al profesor. Barahona...bueno, se nota que le faltan tablas y un poco de mayor presencia en la voz, que la tiene demasiado aguda para el cuerpazo que luce...que, por cierto, desnuda integralmente, cosa que me alegró la vista, el espíritu ya me lo venían alegrando desde el principio de la función. No sé si podrás verla, pero si tienes la oportunidad pásate. Te gustará.

Un beso y perdona el rollo!!!!

Nacho Hevia dijo...

Qué dices de rollo?! estoy encantado de tenerte por aquí y leer tus comentarios. Cuando baje a Madrid (voy de vez en cuando) iré a verla si sigue en cartelera y si no pues ya nos iremos a ver otra tú y yo.
Saludos!

Anónimo dijo...

By the way, Nacho, me llamo Tomás. Y quiero decirte que eres un buen escritor. Tu relato "SOUL" hace equilibrismos con el lenguaje...Un beso!

Nacho Hevia dijo...

Tomás, encantado!
Gracias por tus palabras, me honran sobremanera...jejeje
Un beso!