martes, 26 de junio de 2007

A veces sucede... que amanece

A veces
uno siente que algo está por ocurrir y es tan sutil cuando acaece que no nos damos cuenta al sucederse:un pie que se libera de entre las sábanas en busca de su homólogo acompañante, un haz de luz curioso que entra por las rendijas de la persiana recorriendo las cuatro paredes de la habitación hasta posarse en tus ojos, un gorrión vespertino cantando que ya ha amanecido... que ya ha amanecido. Esto es lo que sucede y yo lo recibo...
Nacho Hevia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tener la sensación de que todo está cambiando a nuestro alrededor me parece inabarcable. Necesito marcar una distancia para darme cuenta de cuánto han cambiado nuestras vidas.
Una sensación de paz lo envuelve todo. No es exactamente paz...es la sensación de tenerlo todo nuevo. Unos zapatos nuevos que llaman nuestra atención constantemente, hasta que se convienten en habituales.
Cada día, mi querido Nacho, es un día nuevo. No sé qué nos va a ocurrir hoy. Quizás sepamos con qué estado de ánimo nos levantamos, pero no sabemos cuál será el que nos lleve a la cama.
Y me da miedo que por las noches, cierro los ojos con una grata sensación. Ya no hay sentimientos de culpa. No hay tareas pendientes. Tan tiempo durmiendo con esa angustia...aún queda la sensación de que en cualquier momento, me despertaré y todo habrá sido un sueño y nada habrá cambiado.
Pero ahora, el camino es ancho y despejado. Aún no sabemos dónde nos lleva, pero sí sabemos dónde nos gustaría llegar.
Y continuaremos andando, nos lleve donde nos lleve...porque sé que al final del camino, siempre estarás tú.
Tuya, siempre.

Christian dijo...

yo siento que todo eso lo vemos siempre cuando pasó. Esa incapacidad que tenemos de valorar las cosas en su momento... Y eso que la luz de las rendijas nos busca los ojos...

Beso!

Chris