hiciste que (todo)
fuera posible
hasta tu muerte
y practicante (de tu fe)
me lo creí
Pero si yo no quiero estar entre locos...comentó la niña. -¡Ah! pero eso no puedes evitarlo - le dijo el Gato - : aquí estamos todos locos. Yo estoy loco. Y tú también. - ¿Y cómo sabe que estoy loca? - preguntó Alicia. - Tienes que estarlo a la fuerza - le contestó el Gato -, de lo contrario, no estarías aquí. Lewis Carroll" Alicia en el País de las Maravillas"
dónde se encuentra el efecto
de tu cuello con mi cuello
de nuestra piel comulgando
mi simple oración
ahora es mi tacto
Nacho Hevia
sentado
en el espigón
piernas que juegan
/colgando/
se preguntan
si dar un paso
/más/
tras el último
tablón
Nacho Hevia
te deseo
tanto
como el ansia
de vida
de una brizna de hierba
entre el asfalto
todo va a ir bien,
como cuando naciste
y fuiste origen
a la manera
de las marejadas
con el acorde
sin partitura
en cadencia de
estación viniente
con la suerte
de un suspiro,
todo... va a ir bien
Mi otra alma…
Mi otra alma llegó tarde.
Vino a mí como flor recién brotada.
Se presentó, sin embargo, cuando ya no la esperaba.
Mi otra alma me dijo:
- nunca es tarde si aún tienes vida para otras cien vidas y guardas la esperanza.
Mi otra alma, la que se mostró tarde, era mi hermana.
OZ
¿A quién se le ocurriría salir a regar las coles cuando la pequeña Dorotea había sido absorbida por un tornado en medio de las vastas praderas de Kansas? A tía Emma.
“¿A qué parte del mundo vas? ¿A qué maravilloso mundo de Oz?”
La constante presencia de tío Enrique en el umbral de la preocupación no te impidió, pequeña Dorotea, la virtud de toda la imaginación, felicidad y alegría del mundo gris que descubriste en la orfandad de la evolución.
Aquella mañana fui a ti realizando el camino de mórbido recorrido seguro de que tus pasos por la senda de baldosas amarillas terminaba y de que poco quedaba ya para que descubrieses que, donde la bondad iguala a la hermosura, entrechocando los talones de tus frágiles zapatos de plata tres veces, un ciclón de armónicos susurros cadentes te llevarían más allá de los inmensos violines, más allá de la palabra recuerdo, más allá de todos los nacimientos... pero no más allá de mí... no más allá de mí...
No... No voy a preguntarte por qué no regresaste a casa diciendo “llevadme a casa, donde tía Emma”, mi dulce. Hay quienes saben a dónde y cuándo deben irse. Encontraste... reencontraste tu fabuloso y mágico mundo donde te aguardaban otros tíos Enriques y otras tías Emmas. Y no te culpo por dejar las verdes praderas de Kansas... no... Nadie puede quejarse por no descubrir el camino de ladrillos amarillos. Tú lo viste con ojos entornados, con una madeja de zarzas en cada gota de sangre y la fuerza de golpetazos de mil martillos en el pecho y sólo volvías la cabeza para decirnos adiós con la suavidad de tres notas en la palma de tu mano.
Estés donde estés... no te hallas más allá de mí...
Maybe this time, interpretado por Sally Bowles.
Cabaret es una película musical estadounidense del año 1972, basada en la novela Adiós a Berlín de Christopher Isherwood. Fue dirigida por Bob Fosse, y protagonizada por Liza Minnelli y Michael York. Cabaret surgió cuando el cine musical ya estaba prácticamente desaparecido, e hizo que la gente se volviera a fijar en este género.
Antes de llevarse a la pantalla, Cabaret fue un musical de gran éxito en Broadway. La película cuenta con numerosos números musicales intercalados en la acción e interpretados en el Kit Kat Club, el club sobre el que gira la historia. Legendarios son los números de Liza Minnelli, Mein Herr, Maybe this time, Money, Money, que interpreta junto al Maestro de Ceremonias y el inolvidable Cabaret toda una declaración de principios. La propia Minnelli se encargó de dar vida al personaje de Sally en las posteriores repeticiones del musical que Judi Dench había estrenado en las tablas londinenses en el año 1967.